Montevideo nos recibió con frío polar pero con el calor del “negro” Victor, Andrea y su gente.
Montevideo me resulta bella e íntima, a pesar del frío que sólo se vuelve soportable bajo el abrigo de las ansias de conocer, recorrer calles, museos y bares.
Montevideo me resulta bella e íntima, a pesar del frío que sólo se vuelve soportable bajo el abrigo de las ansias de conocer, recorrer calles, museos y bares.
Caminando por la rambla me doy cuenta que Buenos Aires le da la espalda al río. Los porteños, casi ni nos relacionamos con él. La capital uruguaya, en cambio, se recuesta sobre el río, le da la cara y la sonrisa, el río la embellece y la ciudad disfruta de su costa.
El puerto, la 18 de julio, sus plazas, la ciudad vieja, todo es agradable.
Mate a mate y pisada a pisada, nos vamos conociendo.
Ojala extrañes no ver nacer a tu sobrina!!!!
ResponderEliminarhombre corazón de rolito