20 de julio de 2009

El amor de Eladia



El amor de Eladia duró lo que una brisa.
Ni bien llegué a Buquebus me informaron que embarcaría en el buque rápido y no sobre el tranco cansino de Eladia, que demoraría 3 horas hasta Colonia. Ahora, en sólo una hora llegaría a la otra orilla del Río de la Plata.
Tal vez algún desprevenido piense ¡que bueno!, viajar en el buque más caro y lujoso, al precio del más barato. De ningún modo. Es como si uno estuviera en una esquina esperando a una chica para una cita, supongamos que esa chica se llama Eladia.


Bañadito, bien vestido, mascando chicle de menta para tener buen aliento. Dispuesto, algo ansioso, imagino tres horas fabulosas junto a ella, tomando algo, contándonos la vida, conociéndonos de a poco, respirando la brisa...
De repente, en lugar de ella, aparece la amiga. Una amiga frívola, excedida en ostentaciones.


- Eladia no va a venir, me pidió que te avise... y pensé que podías salir conmigo…

El barco deja Buenos Aires más rápido de lo que esperaba. Lleva la fribolidad propia de la cultura neoliberal de los ´90, pantallas planas de TV por todos lados muestran desfiles de modelos, publicidades de costosos automóviles y constantes anuncios de las virtudes del freeshop, el cual permanece abierto y espera nuestra visita.

- No nena, con vos no iría ni a la esquina…

3 comentarios:

  1. Muy bueno lo que escribis primo!!!! estoy de acuerdo con vos el rápido es una cagada....me hizo sentir mal a mi....
    Bueno espero que te guste Pta del Diablo...tengo el presentimiento que te va a gustar...está lleno de paz ese lugar...
    Cuidate mucho...te mando un beso!Any

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  2. uff...
    Las Flores y Mitre... esperando una chica, montado en mis chupines, all stars y remera de RAMONES..
    tenes el don de hacer correr un lagrimon.

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  3. Sin embargo te embarcaste con la amiga

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